
Como civilización es Indispensable legislar y procurar la evolución de una Reforma Energética que permita ir a la par en materia legislativa y avances tecnológicos, a inicios de la Revolución Industrial al integrarse la producción en serie de procesos industriales, el alumbrado publico para seguridad en ciudades durante la noche, el transporte a disposición del comercio internacional; entre otros factores, se hace tangible el implementar un marco jurídico con políticas publicas que permitan el desarrollo tecnológico via disponer de hidrocarburos como fuente de energia de un país desarrollado.
Una Reforma Energética involucra por su relevancia a autoridades de gobierno con interés en implementar y desarrollar políticas económicas domesticas que favorezcan los intereses de la nación que representan, permite en el escenario macroeconómico resaltar el liderazgo tecnológico y capacidad de financiamiento de una nación en materias como Exploración de Hidrocarburos o Tecnología en Eficiencia de Procesos. Es así que dependiendo el recurso con el que cuente o las necesidades que se ocupen cubrir, abre un abanico de posibilidades para Empresas del Sector Privado Nacional e Internacional. Es en este rubro en donde debemos estar atentos como ciudadanos o miembros colegiados de un gremio a las propuestas de reforma del marco legislativo para que contemple los escenarios y la realidad del entorno internacional no nos rebase, querer vivir de forma indefinida en la era de Lázaro Cárdenas con una empresa de Estado cerrada a posibilidades no garantiza la evolución de una empresa productiva y de eso hay varios ejemplos en el mundo, la historia se ha asegurado de confirmar que en el entorno internacional funciona mas un puente que un muro, con cimientos fuertes para garantizar recursos legales que promuevan disminuir al mínimo la corrupción domestica e internacional, solo así se consolida una Reforma Energética con perspectiva social e inclusiva.
El apego a Tratados Internacionales para seguir figurando en el escenario internacional con preponderancia a fin de cumplir los objetivos propuestos en la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible es indispensable, es impensable en la actualidad excluir a cualquier país del entorno globalizado con una política publica en materia energética de hidrocarburos, desde el conocimiento de causa que la generación de energia electrica como motor de desarrollo y producción interna, aporta la mayoría de los gases de efecto invernadero al medio ambiente, basta recordar que estamos en el mismo barco y es imposible aislarse por el bien de futuras generaciones.
En México se debe legislar en el marco actual para priorizar el desarrollo tecnológico y garantizar la disposición de fuentes energéticas, en la creación de políticas para reducir la tasa de emisiones de GEl, aumentar la presencia y cooperación internacional para facilitar el acceso a la inversión con transparencia y cubrir con inversiones estratégicas en paraestatales como CFE y PEMEX para incrementar su producción y rentabilidad en términos económicos, operando con responsabilidad social y respeto al medio ambiente en cumplimiento de tratados internacionales como el OD7 y nacionales como la Ley de Transición Energética, a la par desde el nicho Legislativo promover estrategias fiscales que permitan incentivar desde la iniciativa privada esfuerzos que consoliden el desarrollo de energías renovables, la eficiencia energética de los procesos industriales, garantizar el desarrollo de la iniciativa privada en la misma tasa que se proyecta el crecimiento en materia electrica de generación, distribución y transmisión y de hidrocarburos en exploración, explotación y suministro, se vuelve un reto para cualquier empresa, paraestatal o privada.
A la larga esta evolución legislativa, tecnológica, se alinea y garantiza que se permita disminuir la tasa actual de producción de Gases de Efecto Invernadero y con esto ganar tiempo para ralentizar los efectos nocivos como pudiera ser la temperatura media del planeta, la frecuencia e intensidad de depresiones tropicales, que conlleva la actual simbiosis de hidrocarburos y producción energética en el entorno globalizado, pero sobretodo da certidumbre a la iniciativa privada a seguir invirtiendo y creciendo en todos los aspectos de forma estructurada y orgánica.
“La evolución legislativa genera enfrentamientos a causa de las contradicciones que se superan, este proceso hace posible el progreso”